martes, 11 de septiembre de 2007

Aventura en el Madison


ESPECTÁCULOS
El Madison para Aventura fue una ventura con final feliz

Wisin y Yandel se unieron al gran reto de los dominicanos de Aventura.
Wisin y Yandel se unieron al gran reto de los dominicanos de Aventura.

De Anthony a Anthony, un Mayimbe y un Romeo que reinan en la bachata.

POR MARIVELL CONTRERAS
El pasado sábado primero de septiembre fuimos testigos de un hecho sin precedentes en Nueva York: un grupo de bachateros (así se les decía antes despectivamente) llenó el Madison Square Garden.

No es casualidad que quienes lo llenaran fuera el mundialmente famoso Grupo Aventura, como tampoco lo es que ese show estuviera "sold out" (completamente vendido dos semanas antes del concierto), pues detrás del evento estaba la sabiduría del exitoso empresario dominicano, Félix Cabrera.

Cuando fuimos invitados por el presidente de Premiun Latin, Franklyn Romero, junto a un grupo de periodistas dominicanos –la mayoría editores de espectáculos y exitosos cronistas de sus propios espacios de televisión-, no teníamos idea de qué iba el asunto, ni por qué tanta magnificación.

Pero no pasó mucho tiempo para que lo comprobáramos. El Grupo Aventura, con Anthony Romeo Santos a la cabeza (porque es el que escribe y que canta, aunque todos aportan en la música, en los arreglos y el talento) estaba escribiendo con letra dorada el nombre de la República Dominicana en el universo artístico neoyorquino.

Precisamente en esa ciudad, donde todo empezó. Donde Anthony, Henry, Mikey y Lenny empezaron a desarrollar su pasión por la música de sus orígenes, sin perder de vista lo que conocieron en esas calles de su barrio en el Bronx.

En ésa, donde dieron sus primeros tropiezos –quién no los da cuando empieza- y aprendieron llorando las primeras lecciones del abecedario de la música: o sea nadie cree en lo que tú haces, si lo que haces se sale del montón, entonces nadie lo consumirá y nadie apuesta su dinero así por así por lo nuevo… hasta vivir una o dos experiencias que los dejaron en más de una ocasión desesperanzados y con los bolsillos vacíos.

Tanto insistieron que pasaron años, desde el 1994 –siendo apenas unos niños- hasta el 2002-03, cuando su pasión se convierte en una canción que se llama "Obsesión" y que los saca completamente y para siempre del anonimato.

MÁS QUE OBSESION

En esa época, apenas conocíamos a Aventura y mucho menos a Franklyn Romero, el disquero dominicano (Premiun Latin) que creyó ciegamente en que ese proyecto de mezclar la bachata dominicana con los sonidos y el estilo del hip hop y el A&B iba a dar sus resultados.

Ya lo había hecho en la vida real en la ciudad que es provincia principal de más de una nacionalidad –ésta sí que es una "yaquiada", eh Domingo (Bautista)-. Millones de hijos de inmigrantes latinos habían nacido en la cultura del país que les acogió, sin poder obviar la cultura de dónde venían, que en su casa era el pan nuestro de cada día.

Así conocieron el perico ripiao y la bachata y así les llegó toda la bachata de Anthony Santos, que Anthony Romeo ha reconocido como su gran influencia y que fue ampliamente demostrado en este concierto K.O.B. Live Tour, donde ambos bachateros repasaron el repertorio musical que impactó al más joven y en el que ambos se coronaron los reyes de la bachata, de la de siempre Anthony Santos y de la de hoy Aventura y sus principales integrantes.

Ahí demostró Anthony Romeo Santos que su base para hacer bachata era tan buena como la que más y que la seguridad que lo hizo mantenerse en pie contra todo pronóstico negativo, fue lo que lo ha llevado, junto a sus compañeros, a representar la bachata con un estilo moderno y de este tiempo.

Aventura demostró en el Madison no sólo su poder de convocatoria de público, sino además, su conexión con artistas imprescindibles de la cultura musical popular del Caribe (ahí estuvieron cantando, bailando y aplaudiendo a este grupo gente tan destacada como Olga Tañón, Wisin y Yandel, Don Omar, El Torito y Toby Love).

Y, lo que nunca está demás especificar… Aventura es bachata, pero no es sólo bachata. En el show, que tuvo más de 40 canciones, hubo merengue, reguetón, hip hop, balada, música disco, electrónica, Dj´s y para aplaudirlo y disfrutarlo más de 18 mil personas, la mayoría latina, muchos dominicanos, boricuas, colombianos, mexicanos y sobre todo, gente extremadamente joven y conocedora del amplio repertorio de la agrupación.

Anthony Romeo, que en principio de su carrera despertó tanta suspicacia por su voz tan singular y tan poco audible y entendible, se lució como intérprete y como manejador eficaz, tanto del escenario como del público.

Él mismo, en muchas ocasiones, ha confesado públicamente que nunca se imaginó como cantante, sino como productor y compositor de canciones para otros, pero que la aceptación del público del disco "Generation Next" fue tal, que lo obligó no sólo a cantar, sino a entrenarse para hacerlo mejor. Luego vino "We broke the Rules" y Aventura se apoderó del público y del mercado en el mundo entero.

Sorprendió mucho cuando cantó junto al Torito "Te dejo el anillo", como cuando interpretó junto a Olga Tañón "No, no, no", sin quedarse varado ante las voces fuertes e imponentes de ambos intérpretes.

Mientras veíamos y oíamos este concierto del grupo Aventura, valorábamos además el gran esfuerzo, tanto de Félix Cabrera, como de Franklyn Romero, que le hizo entregar esa noche varios discos de platino y de oro, por la venta de más de 600 mil copias de su producción K.O.B., y por ese concierto de primera categoría esa noche.

Sin escatimar esfuerzos ni recursos, Aventura se lució en el Madison Square Garden, y con ellos subió el orgullo latino, la solidaridad de sus colegas boricuas y el orgullo dominicano de tener entre las grandes estrellas del mundo de la música latina, a unos representantes tan jóvenes como talentosos. Aventura a partir de ahora debe verse como un estímulo para luchar por un sueño, contra viento y marea, porque todo lo que se visualiza –y se trabaja para conseguirlo–, es más que una obsesión, una realidad. ¡¡¡Felicidades!!!

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